La disminución de precipitaciones es habitual en esta época del año. Agosto y septiembre constituyen dos de los meses más secos del calendario. Sumado a ello, la quema de pastizales y cañaverales incrementa la cantidad de partículas tóxicas presentes en el ambiente.

Alerta por humo: cómo afecta la salud y cuáles son las recomendaciones de la Asociación de Medicina Respiratoria

Los incendios forestales pueden dañar permanentemente el cerebro y el cuerpo, según indica la revista National Geographic. "Cada vez hay más pruebas de que el humo de los incendios forestales aumenta el riesgo de enfermedades neurológicas, además de dañar los pulmones y los riñones", indica uno de sus artículos.

El aire contaminado es malo para la salud

Anthony White, neurocientífico del Instituto de Investigación Médica QIMR Berghofer de Australia, señala que "aunque el impacto de la contaminación atmosférica en general sobre la salud humana se conoce desde hace tiempo, solo recientemente hemos empezado a comprender el impacto que tiene el humo de los incendios forestales sobre la salud humana.

A esta idea cabe añadir que la manera en que nos afecten los incendios dependerá del material que se esté quemando. Aunque en general las incineraciones desprenden sustancias que resultan tóxicas para el organismo, no es lo mismo quemar pasto y vegetación que materiales de una casa o un vehículo.

Cómo afecta nuestra salud el aire seco y contaminado

El principal efecto que produce el aire seco y contaminado es la irritación del sistema respiratorio. Por esto suelen aparecer síntomas como la picazón y el ardor de ojos, nariz y garganta. También son habituales las alergias y la aparición de mucosa. La piel es otra de las partes del cuerpo porque su contextura se modifica si el clima está seco y se encusia y ve afectada por la suciedad del aire.

Para revertir esta situación y evitar los síntomas molestos, el punto más importante es mantenerse hidratado. Si se recomiendan dos litros diarios de agua diarios, la cantidad de líquido debe ser superior en las temporadas secas. Pueden ingerirse tanto agua como jugos naturales.

Otra opción es humidificar los ambientes del interior de la casa. Se pueden utilizar los dispositivos eléctricos destinados a este fin. También se puede improvisar usando paños húmedos por toda la casa o dejando recipientes abiertos con agua hervida que se evapore poco a poco.